eso
no hace sino aumentar nuestro dolor. El verdadero
problema es que no conseguimos admitir nuestro
fracaso, y no un fracaso concreto. Poco importa de qué
tipo sea; la imposibilidad de contarlo nos impide
comprenderlo de verdad, afrontarlo, resolverlo y
analizarlo. Tenemos tendencia a ocultar esa incapacidad
por las razones más variadas y nos dedicamos a
traicionar, a estar siempre rodeados de gente, a
escuchar
sus historias o a comprar compulsivamente cosas
inútiles
para ocultarse, para seguir adelante como si nada.Pero
es
difícil que se pueda seguir así eternamente, tarde o
temprano la persona se derrumba, y cuando esto
sucede,
basta una chispa...
Y todo esto simplemente por el miedo a equivocarnos.
Te animo a que sigas escribiendo. Me encanta como lo haces y lo que expresas.
ResponderEliminarUn besazo cariño!!!!!!!!